lunes, 20 de junio de 2011

La novela familiar del neurótico (2003)

Textos:
· Sigmund, Freud, 1908, “La novela familiar del neurótico”, Tomo X, Ed. Amorrortu.
· Sigmund, Freud, 1924, “La disolución del complejo de Edipo”, Tomo XX, Ed. Amorrortu.

En “La novela familiar del neurótico”, Freud plantea es necesario en el crecimiento del sujeto, que se produzca una liberación de sus padres. Es aquí donde la novela familiar jugaría un papel importante, puesto que en su desarrollo posibilitaría la tarea de separación. De esta manera, se explica en qué forma el niño va conformando la novela familiar, la que influirá posteriormente en todas sus relaciones humanas. Sin embargo, Freud declara que es un estado neurótico, ya que se encuentra supeditado por el fracaso ante dicha tarea.
Como se dijo con anterioridad, una de las consecuencias inherentes al crecimiento del individuo, es la liberación de la autoridad de sus padres. En principio, ellos son la única autoridad y fuente de fe. El deseo del niño es, llegar a parecerse al progenitor del mismo sexo. Sin embargo, el desarrollo intelectual y las experiencias, traen consigo un sentimiento de disconformidad y crítica hacia los padres.
Para Freud, existen otros factores que influyen en esta situación, que son los “intensos impulsos de rivalidad sexual”. Lo que los produce, sería el sentimiento de que su propio afecto (el del niño) no es retribuido. De este sentimiento surge la idea de ser hijastro o hijo adoptivo.
Este extrañamiento de los padres, es la que Freud denomina como “la novela familiar de los neuróticos”. Esta tiene una fase evolutiva que no subsiste en el recuerdo consciente del individuo.
Freud agrega además, que la esencia misma de la neurosis tiene como rasgo característico, una actividad imaginativa con una intensidad particular, la cual se manifiesta en los primeros juegos infantiles. Posteriormente en la época prepuberal dominará las relaciones familiares.
En una primera fase, el niño tiene ensueños diurnos, que permiten la realización de deseos y rectificación de experiencias cotidianas, con el fin de lograr dos objetivos: el erótico i el ambicioso. Así, el niño intenta librarse de los padres menospreciados, reemplazándolos por otros.
Posteriormente cuando el niño ya conoce las vinculaciones sexuales entre sus padres, la novela familiar se limita a exaltar al padre, pero ya no duda del origen materno. Así mismo, esta fase es sustentada por otra motivación, que ha estado ausente en un primer momento: la tendencia a situar a la madre, como objeto de una intensa curiosidad sexual, en situaciones de infidelidad y ocultas relaciones amorosas.
Por otra parte reaparece el tema de la venganza. Según Freud, serían precisamente estos niños neuróticos, los que han sido castigados por sus padres, con el fin de corregir sus hábitos sexuales, y que ahora se vengan a través de sus fantasías. En esta dinámica, el protagonista de la novela familiar reclama la legitimidad para sí mismo, desplazando a sus hermanos.
Freud aclara sin embargo, que bajo esas historias novelescas, no hay maldad, y que bajo ese manto de hostilidad se esconde aun, parte del primitivo afecto que el niño ha sentido hacia sus padres. Los esfuerzos de reemplazar al padre real por otro superior, serían sólo la expresión de la añoranza del niño por retornar a un pasado feliz, cuando su padre le parecía lo más grande del mundo, y su madre, la mujer más tierna y hermosa mujer. De esta manera, la sobrevaloración hecha sobre posibles padres, estarían reflejando las cualidades perdidas en el padre real.
En “La disolución del complejo de Edipo”, se plantea la idea de que el complejo de Edipo es el fenómeno central del período sexual infantil temprano. Posteriormente deviene la solución del complejo, y luego, lo sigue un período de latencia.
Pero lo central del texto, es responder a la pregunta ¿cuáles son las causas que provocan su fin? (del complejo de Edipo).
Una primera hipótesis, es que la ausencia de la satisfacción deseada, termina por alejar al niño enamorado de su inclinación. De esta manera, el complejo de Edipo sucumbiría a su propio fracaso.
Otra hipótesis sería pensada desde la disolución del complejo. En este sentido aun cuando el complejo sea vivido individualmente por todos los seres humanos, sería un fenómeno determinado por la herencia, y en consecuencia, desaparecería de acuerdo a un desarrollo predeterminado.
Para Freud, las hipótesis filogenética y ontogenética, serían conciliables, pero es necesario examina en qué forma se desarrolla el programa predeterminado, y de qué manera es influido por causales externas.
Para ello, Freud centra su atención en el desarrollo sexual infantil, precisamente en la fase fálica, donde se daría el complejo de Edipo. En ella, el niño ya ha adjudicado a los órganos sexuales, un papel directivo. Pero ello se refiere exclusivamente al órgano sexual masculino, mientras que el femenino permanece desconocido.
En este período Freud precisa que el niño es amenazado con la castración, ante sus exploraciones genitales, o por sus poluciones nocturnas. A la larga, agrega, el niño sucumbirá de alguna manera a esta amenaza de castración. Pero primeramente, hay que prestar atención a dos experiencias; una es la pérdida en principio temporal, y luego definitiva, del pecho materno, y otra, es la experiencia de la expulsión del contenido intestinal. A esto se le agrega el descubrimiento de los genitales femeninos, lo cual haría temer al niño, ser castrado.
Pero la vida sexual del niño no se reduce a la masturbación exclusivamente, sino que también la actitud hacia sus padres, se ve influida por el complejo de Edipo. En este contexto, la masturbación es únicamente la descarga genital, de la excitación sexual correspondiente al complejo.
Dicho complejo, ofrecería dos posibilidades de satisfacción. Una activa, donde el niño puede adoptar una actitud masculina, intentando tratar a su madre, como lo hace su padre. Pero en este caso, el niño tiene una vaga idea sobre lo que es la satisfacción amorosa, teniendo solamente la seguridad de que el pene desempeña algún papel importante. Esta opción, traería consigo la convicción de que el padre es un estorbo, el impulso de sustituir a la madre, y de dejarse querer por el padre. La otra posibilidad, es la aceptación de la posible castración, y la idea de que la mujer aparece castrada. Cualquiera de los dos casos que se elija como solución al complejo de Edipo, conllevan la pérdida del pene.
En este proceso, las cargas de objeto son sustituidas por identificaciones. La autoridad de os padres, es introyectada (en el yo), constituyendo el nódulo del super yo. Las tendencias libidinosas del complejo de Edipo, son desexualizadas y sublimadas, transformándose en tendencias sentimentales. De este modo, los genitales se han salvado por una parte, pero por otra los ha paralizado, lo cual da paso al período de latencia.
Freud establece diferencias entre el desarrollo masculino y femenino. Por ello, explica que en el caso de la niña, también se produce el complejo de Edipo, la formación del super yo y el período de latencia, pero se dan de distinta manera, ya que la diferencia morfológica, genera variantes en el desarrollo psíquico. La niña siente como una desventaja la diferencia de tamaño entre su clítoris, y el pene, suponiendo además, que en principio ella también ha tenido un pene, pero lo ha perdido por medio de la castración. Sin embargo, ésta suposición no correría en el caso de las mujeres adultas, las que ella supondría que son poseedoras de un aparato genital masculino.
Entonces en el caso de la mujer, la castración sería un hecho consumado, mientras que en el hombre significa una amenaza. Desde esta perspectiva, habría que pensar en opinión del autor, que en el caso femenino desaparece el miedo a la castración (dado que ésta ya ha ocurrido), lo que haría desaparecer un motivo de peso, para la formación del super yo, y la latencia. Por lo tanto, estos procesos estarían dados por influencias externas, mientras que en el caso del niño, estos procesos se producen precisamente por el miedo a la castración, según se explicó anteriormente.
Por otra parte, el complejo de Edipo de la niña culmina con el deseo de concebir un hijo del padre. Pero esta idea es abandonada lentamente, puesto que no llega a consumarse. Sin embargo, tanto el deseo de poseer un pene y el de tener un hijo, se mantiene de manera inconsciente. Ellos contribuyen a la formación de un posterior papel sexual femenino de a mujer.
Finalmente, Freud aclara que las relaciones causales temporales desarrolladas en este texto, no necesariamente se dan de la misma manera, en todos los seres humanos, tanto en su sentido temporal, como de secuencialidad de los hechos.
Si bien el texto “La novela familiar del neurótico” fue escrito posteriormente a “La disolución del complejo de Edipo”, es posible establecer una directa relación entre los dos sucesos que describe el autor, por cuanto se podría pensar que el comienzo de la separación del individuo de sus padres, se produce junto con el complejo de Edipo, guardando claro, cierto recato frente a la rigurosidad que amerita la obra freudiana. Pero si éste es el fenómeno central en el desarrollo sexual infantil, la novela familiar es la que ayuda a consolidar la separación de los padres que antiguamente fueron deseados de una manera que no era posible satisfacer.
Ahora bien, no se puede desconocer el mérito de Freud en el desarrollo de sus ideas, pero creo que no hay que perder de vista el contexto en el cual surgen, puesto que el complejo de castración es un hecho que ante mi ignorancia, merecería bastante más análisis, para sostener que es un suceso que se da genéricamente en los seres humanos, aun guardando las diferencias de las cuales aclara el autor que se dan entre individuo e individuo. Aun así, parece bastante determinista pensar que ciertas situaciones se den inevitablemente de una manera específica. Así también, la novela familiar del neurótico, me provoca ciertos reparos basándose en la idea de que se encuentra íntimamente ligado al complejo de Edipo y de castración, pero me hace más sentido su desarrollo, en el sentido que de, concuerdo con la idea de que se hace absolutamente necesario acceder a mecanismos que apoyen a la persona a separarse de sus padres, en pro de su propio crecimiento.

1 comentario: